Luis Barta Galé
(Valdepeñas, Ciudad Real, 1887-Madrid, 1978)
Luis Barta Galé (1887-1978) nació en Valdepeñas (Ciudad Real), en el seno de una familia de artistas:
su padre, José Barta, era empresario, director y actor de zarzuela y su madre, Isabel Galé, era primera actriz
de la misma compañía mientras realizaban giras por Latinoamérica, especialmente por México. Ya en Madrid,
el pequeño Luis con tan sólo seis años empezó a estudiar solfeo y con nueve violín, debutando en 1901 en
el Teatro Cómico con Loreto Prado y Enrique Chicote, y pasando posteriormente a tocar en los fosos de
los teatros Eslava, Príncipe Alfonso, Circo de Price, Noviciado y Salón Regio.
En el Conservatorio de Madrid fue alumno de Antonio Llanos, José del Hierro y Valentín Arín. Fue violinista
de la Sociedad de Conciertos y actuó bajo la batuta del maestro Ricardo Villa en el Gran Teatro y en los
Jardines del Buen Retiro. Tocó en diversos sextetos de café, lo habitual en aquella época, y fue director de
orquesta en diversos teatros madrileños. Trabajó como copista del Conservatorio de Madrid y fue Jefe musical
en el Sindicato Nacional del Espectáculo.
Fue nombrado Socio de honor de la Sociedad de Conciertos de Madrid en 1906, miembro de la Agrupación de
la Capa de México y de Madrid —a esta asociación dedicaría el chotis ¡Madrid de ayer…!—, asesor musical de
la editorial Música del Sur, trabajó también en RNE.
Ingresó en la Sociedad de Autores Españoles en 1901, cuando la sede se ubicaba en la calle Núñez de Balboa.
Trabajó posteriormente en la SGAE, que le concedió el 6 de marzo de 1968 la Medalla de servicios. Seis años
más tarde, el 30 de abril de 1974, el Ministerio de Tabajo le concedió la Medalla de Plata al Mérito en el Trabajo.
En el CEDOA de la SGAE se conserva el material orquestal de siete de sus títulos: desde sus primeros
estrenos en 1909, Postales al natural y El arlequín, hasta Las de mi pueblo, estrenada en 1940. Con su hermano
Emilio Barta, dramaturgo, actor y coreógrafo, estrenó Chin Pon y El conflicto de Don Cornelio, y con Álvaro
Retana obtuvo un gran éxito con la revista de espectáculo Dady-Doll.
Pero lo que le dio su mayor fama fueron los más de trescientos cuplés, tangos, corridos y canciones que
escribió para las cupletistas más famosas del momento. Las más célebres, además, pasaron por su Academia
de cupletistas: La Goya, Resurrección Quijano, La Chelito, Carmen Flores, Luisa Esteso, La Argentinita,
Olimpia D’Avigny, Mercedes Serós…
El chotis Rosa de Madrid, escrito para Mercedes Serós y estrenado en el Teatro Romea de Madrid en
1926 en homenaje a Luis Fernández Ardavín, le dio fama imperecedera. De hecho, Rosa de Madrid es
el nombre que puso a su casa, en la calle Bretón —hoy, calle Encinas— en la Colonia Albéniz, situada
en Chamartín, donde vivía rodeado de músicos y dramaturgos como Manuel Penella y Daniel Dicenta.
Muchos de sus cuplés se usaron en diversas películas, como La violetera, protagonizada por Sara Montiel, en la que canta, además de Rosa de Madrid, Tus ojitos negros. Esta última canción fue grabada incluso por la mítica mezzosoprano Conchita Supervía.
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